En esta entrada voy a despotricar un poco, pero la intención es que se lo tome con humor. Habiéndolos prevenido, aquí comienza el relato de mi aventura.
El viernes pasado viajé a Llambi Campbell (desde donde estoy escribiendo), en la provincia de Santa Fe - Argentina, para visitar a mi suegra con motivo de su cumpleaños. Mi esposa había salido ya el día anterior, así que tuve que hacer el viaje solo.
El viaje dejó mucho que desear. Para comenzar, partió con una hora de retraso. Además, no funcionaba el aire acondicionado, así que entre el calor y la humedad (porque no se pueden abrir las ventanillas) costaba respirar. En un momento dado sacaron los televisores, y pensé que al menos iba a disfrutar de una película; qué iluso! Reemplazaron el viejo sistema de VHS por un equipo de DVD, el cual evidentemente no estaba preparado para las vibraciones y sacudones del viaje. Para hacerla corta, tuve que soportar a Luis Miguel haciendo gárgaras en un recital, con la imagen congelada cada tanto justo donde el pobre hombre pone cara de constipado. Después pasaron una película, y como ya había desarrollado la habilidad de completar mentalmente los cuadros faltantes, fue bastante pasable.
Al salir de Rosario, donde hizo una escala solo para que suban y bajen pasajeros, llevaron el vehículo a una gomería para cambiarle una rueda que se había pinchado. Imagínense como maldecía mi suerte! 50 minutos después, todavía en la gomería, me puse a pensar que me estarían esperando en la ruta (eran ya casi las 2 de la mañana), así que intenté llamar por teléfono para avisar que iba a llegar 3 horas tarde. Un chofer accedió a enviar un mensaje de texto, y luego de enviar el mensaje me sentí más tranquilo y me di cuenta de que estaba equivocado al pensar que los celulares no sirven para nada (no viene al caso exponer mis razones ahora).
Tiempo después, acomodé mi bolso que estaba en el piso porque alguien había derramado agua en la parte de atrás y pude dormir un poco.
Cuando finalmente llegamos a Llambi a las 4:40 am, me encontré con que me estaban esperando desde las 2:00! resulta que el mensaje de texto no había llegado; lo hizo a las 9:00. Y pensar que por un par de horas había cambiado mi opinión con respecto a esa porquería!
Pero después del suplicio que significó el viaje, mi estadía está resultando muy placentera: aire libre, naturaleza y tranquilidad. Dentro de un rato vamos a ir a almorzar al río, así que todo está excelente. Vamos a quedarnos (mi esposa y yo) hasta mañana lunes al mediodía, espero que el clima siga estando bueno.